Pioneros de la dermocosmética vegetal, los Laboratorios Dermatológicos A-DERMA llevan más de 30 años cultivando el arte de cuidar las pieles frágiles con delicadeza gracias a un activo único, la Avena Rhealba®.
Una historia que empieza en Francia
Todo empezó en los años setenta cuando Pierre Fabre, farmacéutico de Castres y apasionado de la botánica, fijó su atención en la avena, una planta olvidada, pese a que sus aplicaciones medicinales eran conocidas desde hacía más de tres mil años. Ese fue el inicio de un largo proceso de investigación, que todavía continúa en el suroeste de Francia.
1982
Sale al mercado el primer producto de avena, la barra dermatológica A-Derma (A de avena y Derma de dermatológico). Nace la dermocosmética vegetal. La investigación continúa y cobra protagonismo una avena concreta, la Avena blanca Rhealba®, una de las que presenta mayor concentración en moléculas calmantes. Recibe el apodo de avena dermatológica.
1992
Presentación de dos productos de botiquín para toda la familia, que pronto se volverían clásicos: Epitheliale y Dermalibour. Y en 1994 llega Exomega, el tratamiento para las pieles con tendencia atópica.
2009
Nuevo salto adelante con el descubrimiento de las plántulas de Avena Rhealba®, la quinta esencia de la Avena Rhealba®, con una concentración aún mayor de activos calmantes, reequilibrantes y reparadores.
2012
La innovación llega en este caso al ámbito de la conservación de los productos con la creación de la cosmética estéril, Exomega DEFI, un procedimiento que permite eliminar cualquier tipo de conservante y todo riesgo de contaminación para cuidar aún mejor de las pieles más frágiles.
2015
Lanzamiento de Epitheliale AH DUO, primer tratamiento reparador antimarcas.