Aunque en la mayoría de los casos la melanina es la responsable de las manchas rojas y marrones en la piel, existen numerosos factores que las producen, los cuales pueden ser tanto internos como externos; entre los principales motivos destacan:
Genética
La genética y el tono de piel influyen de manera directa en la hiperpigmentación cutánea, pues las manchas aparecen con mayor frecuencia en pieles más oscuras, sumado a que algunas de estas son por nacimiento o van apareciendo con el paso del tiempo, un claro ejemplo de ello son las pecas.
Exposición al sol
La exposición al sol de manera excesiva y sin la protección adecuada altera la forma en que se distribuye la melanina, incentivando la aparición de manchas en la piel en tonos marrones, asimismo, la contaminación y la luz de dispositivos electrónicos pueden ser otros causantes.
Post-inflamatorias
En ocasiones las manchas en la piel se atribuyen a lesiones inflamatorias, ya sea por cicatrices o tendencia acneica, esto a causa de la liberación de melanina en la zona, aumentando su tonalidad cuando son expuestas al sol.
Hormonas
A las manchas que aparecen por cambios hormonales se les conoce como melasma, siendo una afección que aqueja a las mujeres durante el embarazo o por la ingesta de anticonceptivos.
Envejecimiento
Con el envejecimiento la cantidad de melanocitos disminuye, por lo tanto, los únicos que quedan aumentan su tamaño y focalizan la distribución de melanina en ciertas zonas, provocando que aparezcan manchas por su acumulación.