La dermatitis atópica, también conocida como eczema atópico, es una inflamación benigna de la piel muy frecuente. Se manifiesta en forma de ronchas rojas, a veces supurantes, y a menudo secas, que producen mucha comezón. El eczema comienza en los primeros meses de vida y suele desaparecer durante la infancia. Rara vez persiste en la edad adulta y aparece con mayor frecuencia en el rostro (párpados y mejillas), el torso y las extremidades, donde predomina en los pliegues (codos y rodillas) y en las manos.
¿De dónde viene? Las causas de la dermatitis atópica son genéticas y, en su mayoría, hereditarias. ¿Cuál es la causa? Deficiencia de la piel (barrera cutánea) que provoca sequedad cutánea (xerosis) e inflamación. Menos protegida, la piel es más reactiva a su entorno. Además, los factores externos (estrés, alérgenos, etc.) debilitan la piel con tendencia atópica y desencadenan un brote. ¿Pero cuáles? Descubrir los factores desencadenantes nos permite comprender mejor la afección y, por lo tanto, manejarla.
La dermatitis atópica evoluciona con la edad. En el 85 % de los casos, comienza antes de los 5 años. Se observa con mayor frecuencia en bebés de tan solo 3 meses de edad, y persiste hasta los 7 años, con una posibilidad de mejora entre los 2 y 3 años. Los brotes desaparecen después de los 7 años en la mayoría de los casos. Los brotes se vuelven cada vez menos graves, menos frecuentes y, luego, dejan de producirse… A los 10 u 11 años, muchos niños ya no tienen eczema. A veces, en el mismo período, pueden aparecer otras reacciones atópicas, como el asma.
La dermatitis atópica en adultos es poco frecuente, pero puede persistir desde la infancia. En todos los casos, la piel que ha tenido ronchas de eczema atópico seguirá siendo siempre frágil y deberá cuidarse con regularidad.
Afectados con más frecuencia que los adultos, los bebés y niños con eczema atópico experimentan molestias que dificultan las noches (e incluso los días): obtén información sobre la dermatitis atópica en bebés y niños, y descubre nuestros consejos para cuidar la piel con tendencia atópica.
La piel con tendencia atópica es una piel delicada con una barrera cutánea deteriorada. Para cuidar la piel con tendencia atópica se recomienda tomar las medidas adecuadas para protegerla, reforzar su resistencia y repararla. Los efectos de los brotes de eczema atópico disminuirán y se reducirá su frecuencia.
niños afectados por la afección¹
de los casos: la afección aparece antes del primer año²
es la edad promedio en la que desaparece la afección¹
de los niños tiene un padre afectado¹
Las zonas afectadas por el eczema son diferentes en los niños (pliegues de codos y rodillas, mejillas, etc.) y en los adultos (rostro y manos). En todos los casos, la piel con tendencia atópica requiere cuidados específicos para calmarla, repararla y protegerla.
Los tratamientos para la dermatitis atópica varían según se trate de un brote o de una remisión:
1 - En la fase de brote (inflamación visible, en forma de ronchas rojas, incluso piel más seca), lo importante es calmar la inflamación con tratamientos específicos y nutrir la piel con cuidados emolientes.
2 - En la fase de remisión (inflamación invisible pero subyacente, piel todavía seca), se debe seguir aplicando emolientes hidratantes para retrasar el siguiente brote.
Tanto durante las fases de remisión como durante los brotes, la piel permanece seca. Debe hidratarse todos los días con un emoliente, incluso durante los períodos de descanso, para retrasar la aparición del siguiente brote.
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