¿Te has sometido a una terapia con láser para quitar pequeñas manchas, cicatrices o capilares visibles en la cara? Desde entonces, ¿tu piel está roja? ¿Tiene manchas y se siente caliente donde se usó el láser? Esto es bastante normal, ya que la terapia con láser provoca un estado temporal de hinchazón inmediatamente después de la terapia. ¡Así que pasará! Pero podemos ayudarte a cuidar tu piel con una rutina de cuidados muy sencilla, para calmarla y repararla después de la terapia con láser.
¿Qué terapias o cremas antienrojecimiento debes aplicarte en la cara después de la terapia con láser? ¿Cómo se puede calmar la piel y hacer desaparecer el enrojecimiento? Te lo contamos todo.
Para quitar el enrojecimiento permanente de mi cara, me sometí a una terapia con láser. Cuando terminó, mi piel tenía pequeñas manchas muy negras, como moretones. El médico me había advertido sobre esto, así que no me preocupé, pero me apliqué una crema especialmente diseñada para este tipo de procedimiento y, ahora, unas semanas después, no tengo ni rastros.
Después de una terapia con láser, la piel se hincha (enrojecimiento, rubor, etc.), por lo que es importante no exponerse al sol durante las siguientes 2 a 3 semanas. La protección solar debe aplicarse diariamente.
Qué
Para calmar el enrojecimiento de la piel después de la terapia con láser y promover la curación, se recomienda adoptar una rutina específica de cuidado de la piel. En primer lugar, es importante preparar la piel antes de la terapia con láser, a fin de limitar el enrojecimiento. Después de la terapia con láser, hay que actuar para facilitar la desaparición del enrojecimiento y de las pequeñas costras. ¿Cuáles son los hábitos y los pasos correctos que hay que adoptar durante estas dos etapas? Te lo contamos todo.
Antes de la terapia: para preparar tu piel, límpiala por la mañana y por la noche con un producto de cuidado adecuado que no la agrave, y asegúrate de que esté hidratada y calmada: esto incluye los productos de cuidado que te apliques, por supuesto, pero también un estilo de vida saludable que minimice los factores irritantes para tu piel.
La rutina
Después de la terapia, la prioridad es adoptar la rutina adecuada para aliviar los efectos de la terapia (enrojecimiento, rubor y molestias) y, luego, cuidar la piel de modo que se recupere y sane adecuadamente. Aquí tienes tres pasos sencillos a seguir.
Inmediatamente después de la terapia, aplica un spray refrescante y una crema calmante para calmar la sensación de picor, calor y enrojecimiento. En los días siguientes, ten cuidado de no rascarte las pequeñas costras que se hayan formado, para evitar infecciones y cicatrices. Opta por una ducha en lugar de un baño, para no mojar demasiado la piel, y sécate la cara dando palmaditas con una toalla suave, sin frotar. Puedes maquillarte, pero no olvides aplicarte protección solar (mínimo FPS 30) si vas a salir al exterior.
Cómo limpiar, hidratar y proteger la piel después de la terapia con láser
Por la mañana y por la noche, limpia tu piel con un producto adaptado a la piel sensible y frágil: un paso esencial para calmar el enrojecimiento. Loción, gel, agua… elige la textura que prefieras. Asegúrate de utilizar almohadillas de algodón reutilizables, que son más suaves y menos agresivas que las desechables.
Luego, elige y aplica una crema hidratante antienrojecimiento o una crema hidratante reparadora. Pon una pequeña cantidad de crema en las yemas de los dedos y aplícala en el rostro antes de extenderla suavemente. Evita aplicar la crema con movimientos circulares, que suelen ser demasiado enérgicos y tienden a aumentar el enrojecimiento.
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