Zonas del cuerpo afectadas por el eccema de contacto
Piel roja, sudorosa, con ardor o comezón: ¡es un brote! Las zonas afectadas por el eccema de contacto alérgico son aquellas que han estado en contacto directo con el alérgeno. Pero la buena noticia es que la localización de las ronchas es una pista valiosa para identificar al culpable y aplicar el cuidado adecuado. Nuestros expertos han enumerado aquí las zonas más afectadas por el eccema de contacto para ayudarte a encontrar tu camino.
Tenía ronchas rojas en ambas axilas que picaban mucho. En ese momento me di cuenta rápidamente de que, quizás, era mi desodorante. Así que cambié mi desodorante, mientras me aplicaba una crema a base de cobre y zinc.
Si la zona afectada es el cuero cabelludo, hay que tener en cuenta los tintes para el cabello (muy comunes), los shampoos y otros productos capilares. En el rostro, la causa suelen ser los cosméticos (conservantes, perfumes) y los artículos de aseo o los medicamentos locales y los alérgenos del aire (como los perfumes en spray). Si está más localizado en los párpados, revisa tus gotas para los ojos y, sobre todo, los cosméticos o el esmalte de uñas (a menudo tendemos a frotarnos los ojos…). En los labios, si bien los cosméticos pueden estar de nuevo implicados, algunos dentífricos o medicamentos pueden provocar reacciones. Por último, para las orejas, considera la bisutería o los productos del cabello.
En las axilas, puede ser el desodorante o la ropa y, en el escote, la ropa interior. En el cuello, revisa tus cosméticos, productos capilares, joyas e incluso el esmalte de uñas (al pasar la mano por el cuello, el esmalte estará en contacto con la piel de esa zona). En las piernas, esto puede ser causado por medicamentos tópicos, apósitos o ropa. Por último, en los pies, ten en cuenta los productos utilizados para curtir el cuero o teñir los zapatos.
El eccema puede afectar las palmas de las manos, las yemas de los dedos, el dorso de la mano o toda la mano. En esta zona del cuerpo, especialmente sensible y también más visible, provoca muchas molestias e incluso dolor. Además, las manos son una zona difícil de proteger: tocamos muchas cosas en casa, en el trabajo y durante nuestro tiempo de ocio. Piensa también en los productos de cuidado de la piel, la ropa o los perfumes de tus hijos.
