¡El sol! ¡Qué alegría verlo aparecer después de un periodo de mal tiempo!
Nuestra primera impresión es que el sol es bueno para nosotras y tiende a hacer desaparecer las imperfecciones.
Pero, ¿qué sucede en realidad? ¿Es bueno combinar el sol y las imperfecciones? ¿Cómo se controla la exposición al sol cuando se tienen imperfecciones? ¿Hay que tomar precauciones o seguir buenas prácticas? ¿Hay algún consejo especial cuando se toma medicación para las imperfecciones? En caso afirmativo, ¿qué y por qué?
Nuestros expertos opinan
Las imperfecciones y el sol
La respuesta es “Ambas cosas, señor”.
Es ante todo un aliado, e incluso podríamos decir que un aliado indispensable para el mantenimiento de nuestra salud:
Pero como todas las cosas buenas, el sol también puede convertirse rápidamente en un enemigo si se abusa de él o si no se protege cuidadosamente la piel antes de exponerse a él:
Por lo tanto, conviene establecer unas buenas normas de cuidado de la piel para garantizar que solo se cosechan los beneficios.
Las imperfecciones y el sol
El efecto rebote es el famoso mecanismo de desaparición de las espinillas bajo el efecto de los rayos UV, ¡para luego reaparecer de forma repentina y acentuada al final del verano! ¿Por qué ocurre esto? La piel se engrosa para defenderse de los rayos UV, por lo que las espinillas permanecen, “bloqueadas” bajo la piel, y ésta luce bonita y lisa. Pero en realidad, se acumulan sebo y células muertas. Por eso, cuando la piel vuelve a afinarse después de las vacaciones, ¡pueden volver a salir imperfecciones!
Para evitarlo, es necesario actuar con suficiente antelación para prevenir esta acumulación de espinillas bajo la piel:
Las imperfecciones y el sol
Como ya se ha dicho, el sol es útil y muy beneficioso para nuestra piel, ¡pero solo si la exposición al sol está adaptada y bien preparada! En la práctica, esto significa establecer buenos hábitos y transformarlos en tu estilo de vida: ¡aquí presentamos 4 esenciales que debes adoptar de inmediato!
La exposición al sol debe hacerse muy gradualmente durante el año y muy regularmente desde los primeros rayos en primavera. Adopta un “toque de queda”: el tiempo y la duración de la exposición definirán el poder del sol como aliado o enemigo. Para que la exposición sea beneficiosa, empieza a exponerte por la mañana antes de las 11.00 horas y luego solo a última hora de la tarde, después de las 16.30 horas.
Aplicar una crema protectora FPS 50+ es esencial para evitar las quemaduras solares y el envejecimiento prematuro. Esto es válido para todos los tipos de piel, y aún más importante para la piel con tendencia acneica, ya que demasiado sol agrava las imperfecciones. En caso de exposición repentina, o en momentos inadecuados, evita exponer el rostro directamente al sol. Además de la crema solar, también es una buena oportunidad para sacar el sombrero o la gorra, y combinar los negocios con el placer. Es importante recordar que la protección solar no sustituye a los cuidados específicos contra las imperfecciones. Debe aplicarse después de la rutina habitual de cuidado de la piel.
Y, por supuesto, presta atención a tu piel si estás tomando medicación: algunos medicamentos son fotosensibilizantes, lo que significa que hacen que la piel sea hipersensible al sol.
Durante todo el año, y más aún en los calurosos meses de verano, nuestro cuerpo necesita agua para funcionar. Recuerda beber agua con regularidad. Si te cuesta beber agua, ¿por qué no pruebas a saborizarla de forma natural? Con trozos de fruta, plantas aromáticas como menta, romero, tomillo, etc. También es una buena excusa para comprar una bonita botella de agua que te gustará llevar a todas partes.
Ayuda a tu piel con tendencia acneica a prepararse para el sol y, al mismo tiempo, a aumentar su protección de forma natural mediante la ingesta de antioxidantes: las frutas y verduras de colores te ayudarán a conseguirlo. Naranja, rojo, verde, morado... en plena temporada, hay para todos los gustos.
Las espinillas y el sol
Ha salido el sol y queremos disfrutarlo, pero ¿qué podemos hacer cuando ya tenemos cicatrices de brotes? ¿Cómo evitar que se acentúen las manchas cuando el sol es fuerte? ¿Será suficiente la protección FPS 50+? ¿O es mejor evitar la exposición por completo? He aquí algunos consejos iniciales...
Si tienes espinillas en proceso de cicatrización, mantente alejada del sol mientras la piel termina su trabajo de reparación. Esto se debe a que la piel es más fina en esta época y, por tanto, mucho más sensible a los efectos nocivos de los rayos UV.
Exponer una cicatriz al sol puede dañar las fibras de la piel y provocar la aparición de manchas marrones.
Cuando la cicatrización está en curso, o es muy reciente, es mejor evitar por completo la exposición al sol y, si es posible, cubrirse el rostro con un sombrero, gorra, pañuelo, etc. para que la piel pueda cicatrizar correctamente.
Opta por un producto de cuidado de la piel que sea a la vez protector solar y anticicatrices, para reducir gradualmente la cicatriz, ayudar a la piel a renovarse y, sobre todo, evitar cualquier riesgo de pigmentación secundaria. ¡No lo olvides! Cuando la piel se ve agredida, produce un exceso de pigmento protector, la famosa melanina, responsable de las antiestéticas manchas marrones.
“Tengo acné desde la adolescencia. Pronto me di cuenta de que cuando me exponía al sol en verano, ¡no me salía ni una espinilla! Un sueño. Pero al final del verano, todas las espinillas brotaron al mismo tiempo. Así que ahora sé que la única forma de evitar o al menos mitigar este brote es acordarme de aplicarme protección solar FPS 50+ antes de cada exposición. Sin embargo, siempre elijo cremas adecuadas para pieles con tendencia acneica, ya que también son matificantes, ¡y la textura es mucho más agradable al tacto! ”.
El sol es un falso amigo de la piel con tendencia acneica. Una vez comprendido esto, es esencial tomar todas las precauciones necesarias para evitar el sol y las imperfecciones. Un protector solar con un FPS 50+ es imprescindible, sobre todo si tomas medicamentos, ya que la mayoría de ellos aumentan la sensibilidad de la piel al sol. Cuando se tienen cicatrices de brotes, también es aconsejable evitar exposición al sol en la medida de lo posible.
- Mantén tiempos de exposición cortos y a horas en las que el sol no sea demasiado agresivo.
- Protege tu piel con un protector solar FPS 50+ para evitar un brote reactivo.
- Si te maquillas, elige productos con filtros protectores.
- Recuerda limpiarte bien el rostro, mañana y noche, e hidratarlo.
El sol puede desencadenar la aparición de espinillas en la piel:
- En caso de reacción alérgica, en las partes más expuestas al sol (dermatitis estival).
- En caso de piel con tendencia acneica: el famoso “efecto rebote” al final del verano
- En caso de herpes labial
- En caso de fotosensibilización debida a medicamentos o al uso de cosméticos inadecuados.
Algunas personas con tendencia acneica experimentan una reducción de sus espinillas durante el verano. ¿La razón? La exposición al sol provoca el engrosamiento de la epidermis, bloqueando las imperfecciones bajo la piel. Pero después del verano, en cuanto la piel vuelve a ser más fina, las espinillas brotan de golpe y a menudo peor porque el sebo ha seguido acumulándose bajo la piel.
Los brotes pueden evitarse limitando al máximo los factores agravantes:
- Limpia tu piel con productos formulados para pieles con tendencia acneica y evita la temida combinación acné/sol
- Lávate bien las manos, las uñas, etc.
- Tócate el rostro lo menos posible, no te rasques las imperfecciones
- Limpia periódicamente los accesorios que entran en contacto directo con tu piel
- Hidrata tu piel todos los días, bebe agua
- Haz un balance de tu estilo de vida (alimentación, sueño, estrés, actividad física).
