Empecemos por lo básico: ¡no existe ninguna dieta antiacné! ¡Lo importante es la calidad y el equilibrio de los alimentos que comes!
Sobre todo porque la alimentación es un factor importante que puede influir en las imperfeciones, pero no es ni mucho menos el único ni el más directo.
Veamos, pues, cómo elegir alimentos de calidad contra las imperfecciones para mejorar su impacto en el funcionamiento del organismo. Los cambios de hábitos pueden ayudar. Pero en ningún caso debes frustrarte ni obligarte a seguir una dieta antiimperfecciones específica. Es esencial encontrar la dieta adecuada para ti y tus necesidades.
Acné y alimentación
La alimentación tiene un impacto directo en nuestro organismo: en el tiempo de digestión, la cantidad de azúcar en sangre, la regulación y eliminación hormonal, la producción de sebo... que son posibles causas de las imperfecciones.
Por otro lado, la alimentación también influye en los desechos que se eliminan. Todo lo que nuestro cuerpo ya no necesita es eliminado por nuestros órganos: el hígado, los intestinos, los riñones, los pulmones, la piel. Cuando todo va bien, el hígado y los intestinos cumplen perfectamente su función de eliminación de residuos y toxinas. Pero cuando las cosas no van tan bien, debido a nuestro estilo de vida (contaminación, estrés, falta de sueño, tabaquismo, etc.) y/o a nuestra alimentación (a menudo rica en grasas saturadas, alimentos procesados, azúcares refinados, etc.), se producen desequilibrios, sobre todo hormonales. Entonces la piel puede verse afectada. ¡Es cuando aparecen las imperfecciones!
Acné y alimentación
Ojalá hubiera alimentos que combatieran específicamente las imperfecciones.
Pero no existe una dieta antiacné: no hay reglas estrictas que puedan provocar otros desequilibrios alimentarios.
Una vez más, lo importante aquí es la ingesta de alimentos variados y diversificados, lo más naturales posible, haciendo especial hincapié en los alimentos ricos en minerales y vitaminas.
Ricas en vitaminas, nutrientes, fibra, antioxidantes, etc., las verduras y las frutas están llenas de todo lo que es esencial para combatir la inflamación.
Así que no dudes en variar tus verduras y poner un poco de color en tu plato.
Las grasas buenas son las llamadas omega-3. Se trata de ácidos grasos esenciales, sustancias que el organismo no puede crear, por lo que deben ser aportadas por la alimentación.
¿Por qué? Son verdaderos antiinflamatorios naturales, por lo que son especialmente buenos para la piel con tendencia acneica. Ayudan a proteger la piel y contribuyen a una buena cicatrización.
En la práctica, incluye en tu dieta:
El zinc también debe ser aportado por los alimentos, ya que nuestro organismo no puede fabricarlo. Y como tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a regular la producción de sebo, es una parte ideal de una dieta para ayudar a combatir las imperfecciones. Así que come mariscos de vez en cuando: ostras, almejas y crustáceos. Por supuesto, para aquellos a los que no les gustan especialmente los mariscos, también está la opción de la carne (ternera, hígado, muslo de pollo), las yemas de huevo, o las legumbres como garbanzos y lentejas, cereales integrales, etc.
No olvides utilizar especias con propiedades antiinflamatorias: cúrcuma, pimentón, canela, comino, jengibre, etc. ¡Alimentos antiimperfecciones para añadir libremente a todos tus platos y verduras!
Acné y alimentación
Hay varios alimentos que pueden provocar brotes:
Una forma de averiguarlo es suprimir uno o más de estos alimentos durante 3 meses y observar los cambios en la piel. A continuación, se reintroduce cada alimento poco a poco, hasta encontrar la dosis máxima tolerada, sin reaparición de las imperfecciones.
En cincuenta años, la alimentación ha cambiado mucho, con cada vez más alimentos industriales, procesados, ricos en azúcares refinados, grasas saturadas y enriquecidos con muchos aditivos, colorantes y conservantes.
Ante la acumulación de todas estas nuevas sustancias, nuestro organismo no siempre sabe cómo hacerle frente: este contexto alimentario puede sentar las bases para la aparición de las imperfecciones.
Por eso, intenta reducir al máximo los productos industriales envasados y sustitúyelos por alimentos crudos, naturales u orgánicos, lo menos procesados posible.
Los azúcares también se conocen como hidratos de carbono. Aceptémoslo, consumir hidratos de carbono es esencial, sobre todo para el buen funcionamiento del cerebro. Así que sí, debes comer azúcar, pero ten cuidado con su calidad.
Limita el consumo de azúcares blancos refinados (que ya no contienen vitaminas ni minerales) y de todos los alimentos que favorecen las imperfecciones descritos como “de alto índice glucémico” (es decir, que aumentan rápidamente el nivel de azúcar en la sangre), como pasteles, refrescos, dulces, barritas de chocolate con leche y helados, pero también platos precocinados, sopas, salsas, etc. En efecto, esto provoca inflamaciones, puede favorecer las infecciones cutáneas y también altera las hormonas: lo que nos recuerda la combinación perfecta para el desarrollo de las imperfecciones.
Piensa en buenas alternativas, como las frutas que contienen azúcar natural o la miel. Del mismo modo que el chocolate negro al 90 % no tendrá el mismo impacto que las galletas de chocolate industrial. Nunca hay que olvidar lo que decimos siempre: ¡piensa primero en la calidad!
En primer lugar, ¿qué es el gluten? Se denomina así a las proteínas presentes de forma natural en determinados cereales como el trigo, el centeno, la cebada, etc. Por tanto, también se encuentra en el pan, la pizza y ciertos preparados industriales.
Y para algunas personas, este gluten puede causar problemas digestivos. ¿El resultado? Esto crea un fenómeno inflamatorio, que de nuevo es un caldo de cultivo ideal para las imperfecciones.
Los alimentos ricos en gluten, como el pan, la bollería y los pasteles elaborados con harina de trigo, por ejemplo, suelen ser también ricos en azúcares refinados. Por lo tanto, estos alimentos deben consumirse con moderación cuando se tienen brotes.
Importante: Ya sea para la harina, el pan, las pastas o los cereales, opta por la agricultura orgánica o sostenible siempre que sea posible.
Los productos lácteos se pueden encontrar en muchas formas diferentes en nuestra dieta:
Estos alimentos afectan a nuestro organismo de diferentes maneras: si bien son ricos en calcio, esencial para unos huesos fuertes, también pueden provocar desequilibrios hormonales e intestinales y, posteriormente, problemas cutáneos como las espinillas.
Así que piensa en variar los orígenes: prueba con leche de oveja, de cabra, etc.
Hoy en día también existe una amplia gama de bebidas lácteas vegetales. Hay para todos los gustos, así que prueba a cambiar de vez en cuando la leche de vaca por la de almendras, avena o incluso avellanas. No obstante, comprueba que no contienen azúcar añadido en su composición.
“Durante los últimos 6 meses he estado prestando atención a lo que como para ver si tendría algún efecto y reduciría mi acné. He descubierto que desde que dejé de comer pasteles industriales y reduje mis botanas de bollería, casi me han desaparecido las imperfecciones del rostro ”.
Acné y alimentación
Otro aspecto de una alimentación antiacné es el agua. ¡Porque es sencillamente vital!
¿Por qué?
Cuando se está deshidratado, los intercambios en el organismo se ralentizan... y esto provoca rápidamente desequilibrios y perturbaciones: un caldo de cultivo para la aparición de las imperfecciones.
Quizá ahora mires tu botella de agua de otra manera porque puede convertirse en una auténtica aliada; beber al menos 1.5 litros de agua al día ayudará a tu piel a eliminar correctamente sus productos de desecho. Esto significa que tu piel es menos propensa a desarrollar imperfecciones, ¡piénsalo!
Acné y alimentación
El secreto de la combinación perfecta para el cuidado de la piel es actuar tanto interna como externamente.
Actuar desde dentro:
Actuar desde fuera:
BIOLOGY AC elimina visiblemente las imperfecciones (espinillas, exceso de sebo, marcas) y actúa directamente sobre el microbioma de la piel para ayudar a restablecer su equilibrio.
En algunos casos, cuando la dieta es desequilibrada, sí puede considerarse un factor contribuyente. Un exceso de azúcar, por ejemplo, puede reforzar una alteración hormonal, que a su vez suele ser la causa de los brotes. Por lo tanto, actuar sobre la alimentación es una medida sanitaria esencial, y a menudo puede ser muy útil en el tratamiento de las imperfecciones. Un consejo sencillo para ayudarte a encontrar el equilibrio adecuado en tu alimentación es anotar lo que comes y cómo evolucionan tus imperfecciones. A menudo es una herramienta inestimable para establecer vínculos entre causa y efecto y para adaptar la alimentación lo mejor posible.